Cuando les propusimos enviarle vía correo postal su trofeo, contestaron diciendo que preferían venir a buscarlo y así conocer nuestro valle, que se habían quedado con las ganas.
Y así fue. Dos días antes llamó Moisés, explicó que iban al festival de cortos de Aguilar del Campoo, que les pillaba nuestra casa de paso y que si les podíamos cobijar esa noche.
Llegaron, tarde, porque no hicieron caso de nuestras recomendaciones y encendieron el GPS. Desde la A3 de Valencia, les envío por una M50 de turno a la A1, y de ahí a Horcajo.. el Cardoso.. la Muralla China, todo eso de noche y con poca gasolina. Ese camino conocen nuestros amigas las hermana Gato de Roca, que también llegaron con el miedo metidito en el cuerpo.
Pero enseguida el calor de nuestra estufa, la cervecita , la cenita relajó el ambiente. Tuvimos una larga velada llena de agradable conversación. Llena de agradables sorpresas, ellos vienen de Valencia y teníamos varias amistades comunes, varios lugares comunes, varias películas gustadas en común.
Y nos hicimos la foto.
Para el recuerdo.
Para el certamen, que es así de campechano y de cariñoso.
