Antes que, en los años 70, las teorías feministas planteen cuestiones fundamentales sobre la construcción de las miradas y la ideología subyacente de los relatos en el cine dominado por los hombres, Varda proponía otras perspectivas, dese los ojos de la mujer.
Cuando, en 1954, funda su propia sociedad de producción: Tamaris, el feminismo, dice, estaba considerado como un engorro, las feministas unas pesadas histéricas, que los hombres no veían acercarse con alegría. Agnès respecta en su empresa la paridad, no solo en el rodaje, sino que da puestos de responsabilidad a muchas mujeres, entre ellas Nurith Aviv , la primera mujer que recibió en Francia el titulo oficial de jefe-montador.
Agnès cree en un feminismo alegre, lo que intenta plasmar en sus películas sobre mujeres, entre las que destaca "Cleo de 5 à 7" (1962) , "L'une chante , l'autre pas" (1977) o el corto documental claramente feminista rodado en 1975 bajo la pregunta “¿Qué es ser mujer? Respuestas de mujeres: nuestro cuerpo, nuestro sexo”. Este trajo consigo una gran polémica dado que la directora enfrenta a la sociedad patriarcal de la época mediante los testimonios de distintas mujeres que concuerdan en“reinventar el papel de la mujer” y que esta deje de ser usado como un objeto de deseo, un objeto sexual. Destaca notablemente la intención de la directora de mostrar el cuerpo femenino en sus distintas etapas de madurez: niñez, juventud, embarazo, vejez, etc..
Recientemente entrevistada, a sus 90 años, Agnès Varda piensa que después de tantos años de lucha, hay que seguir el combate.
".. en los años 60, pensábamos que todo iba a cambiar, pero ahora vemos que no, no cambia mucho, ni muy bien.."
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