sábado, 12 de octubre de 2019

Relatos de viaje

Recordad que hay un juego propuesto, el de escribir un relato corto de viaje, a partir de esta imagen. Los que participan tendrán entrada gratis para alguna de las sesiones de nuestro certamen.

Hoy publicamos esos dos relatos:

VIAJE A LA INFANCIA, por Malen

Aquella silla vieja y tirada de cualquier modo me recordó a las que poníamos delante de la puerta de la casa, cuando todos éramos pequeños. El pequeño pueblo de la Aitana, donde pasábamos el verano, también. La calle era nuestra, pues apenas pasaban coches y las competiciones para ver quién subía más alto al "marge" eran toda una aventura. Sentados sobre las dos patas de aquellas sillas de enea y recostados contra la fachada de la casa, nos contábamos historias, películas y sueños al llegar la noche. Éramos muy valientes, capaces de todo. Teníamos toda la vida por delante.



VOLVER, por Uxue

Me gustaría contarte que hoy he vuelto y he descubierto que treinta años no han sido suficientes para cerrar la herida.
Todo se me aparece igual que lo recordaba, pero más ajado. Como yo. Miro la silla tirada en el suelo, herrumbrosa. La valla con la que cercabas las ovejas ahora está oxidada; cuánto me gustaba ayudarte a meterlas, y cómo me regañabas porque las ponía nerviosas. Me sorprende que las fundas de los cartuchos sigan ahí, ensartadas en las puntas del cercado, aunque descoloridas. Creo escuchar tu voz: «Encuentra tres verdes, cuatro rojas, dos amarillas y cinco azules». Ahora sé que solo era una manera de mantenerme entretenido, pero era mucho lo que me divertía, y qué orgulloso te los llevaba cuando los conseguía reunir. Los árboles están más altos, solo ellos parecen haber seguido con vida. El resto se antoja muerto. Como tú.
Recreo en mi mente la última estampa que observé en este lugar: tu cuerpo tirado en el suelo, la sangre manando de tu cabeza y de tu pecho. Las ovejas, alteradas, balaban y se chocaban unas contra otras. Incluso huelo la pólvora. Me estremezco.
Dicen que uno siempre vuelve a donde ha sido feliz. Yo aquí lo fui, mucho, más que en cualquier otro sitio. También dicen que el asesino siempre regresa al lugar del crimen. A la vez que las lágrimas comienzan a resbalar por mis mejillas, me pregunto por cuál de las dos razones habré venido de nuevo. Sonrío.



¡ Anímense !

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